Arrancamos nuestro itinerario pocos días después de la recuperación hospitalaria de antonio, había sido operado de una dolencia en una pierna. Cuando regresó a casa y lo vimos reponerse. Armamos nuestros petates y emprendimos el viaje, sin prisas, queríamos disfrutar de esta travesía que tenía un objetivo muy alentador. Celebrar en escandinavia, la boda de nuestra hija paula. Cruzamos por irún, queríamos dormir en suelo francés esa primera noche antes de seguir hasta chartres. Paramos en jornac, el pueblo original de francois mitterand, así nos los contaron aquélla pareja de franceses que chapurreaban el español, como nosotros el francés gran simpatía y ganas de practicar la lengua que los unió a ella y a su marido, cuando la juventud florece, coincidiéndose ambos por trabajo en un hotel turístico en la costa del sol donde después de trabajar seis años, habían ahorrado lo suficiente para armar de la nada, un pequeño camping con algunos bungalows que tenían al completo en ese momento pero nos ofrecieron una gran cama de matrimonio en la rulot donde ellos dormían. Aceptamos de inmediato, era tarde y estábamos cansados por tantas horas de viaje. Antes de dormir, nos sirvieron una mesa con especialidades de la casa, una mesa muy francesa en sabores y en el cuidado de las formas, la delicadeza en la vajilla azul sobre una mantelería clara y flores frescas en los extremos de la mesa , todo muy natural, sin ninguna sofisticación ni excesos, simple, sencillo y hogareño. Nos sentimos en casa. Así ellos pudieron seguir un rato más practicando el español, nosotros el francés, que no practicábamos desde hacía mucho tiempo. Nos sirvieron después de la cena un cognac, elaborado en el pueblo de al lado "cognac" y nos explicaron la importancia de esta denominación de origen. Por la mañana y después de una refrescante ducha, y de desayunar con la misma comodidad que nos habían expresado en la cena, retomamos nuestro viaje para conocer el gútico flamígero de la catedral de chartres, en esta zona del departamento de eure y loir, catedral modelo para la construcción de otras como la de reims o la de amiens. Esta vez esquivamos parís pues medíamos muy bien los tiempos. Pasamos brevemente por Angulem.
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