sábado, 25 de abril de 2020

UNA TAZA MÁS

El sitio de reunión era la biblioteca, allí estaban los periódicos de todos los países, en la sala de lecturas te encontrabas con los griegos con sus noticias, los polacos, los checos o algunos americanos con sus lecturas en inglés y por supuesto los de habla hispana con la prensa de sus países de origen. Así seguíamos las noticias que se desarrollaban en cada rincón del mundo. Estábamos informados gracias a esa sección de periódicos que llevaban  las bibliotecarias. Los que teníamos niños, los dejábamos en la sección infantil que  disfrutaba de una mesa baja circular donde los pequeños podían conectabar un audio del cuento que habían elegido y podían leerlo y escuchar la voz del narrador al mismo tiempo. Dos bibliotecarias especializadas en niños cuidaban de ese rincón con cojines, y decorado con mimo  realmente confortable , los niños se movían con mucha libertad y alguno hasta se dormía un rato sobre sus alfombras. Para mi aquel trato delicado con mis hijos, marcó mi admiración y agradecimiento con un país que cuida así de la primera generación, seguro que disfruta después de sus adolescentes. La tertulia se hacía en una pequeña cafetería de la que disponía la biblioteca. La estrella era el " pafyllning de café"  que consistía en la posibilidad, que pagando una taza de café, podías repetir la ronda tantas veces quisieras. En esta cafetería se discutía de política, de gastronomía y se concertaban los encuentros para estudiar en grupo o solamente para guitarrear en casa de algún amigo, relajando las tensiones y las soledades del día a día.

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