miércoles, 20 de mayo de 2020

MENORCA

Planificamos el viaje a menorca en semana santa del año 1991. Decidimos viajar a la isla para alquilar una casa para el verano, así lo hacíamos cada año para poder llegar sobre seguro con toda la familia el primer día de agosto. Nos fuimos en coche hasta barcelona, mario y yo, vimos a nuestros amigos  que vivían allí y a quienes les alquilaríamos otra casa cercana para poder compartir vacaciones como lo habíamos hecho otros veranos. Cena y planificación con los amigos. Y esa noche viajamos en avión a mahon, dejando el coche en el aparcamiento del aeropuerto. Ya teníamos la reserva en el hotel hamilton para dormir esa noche,  y alquilamos un coche en el mismo aeropuerto. Llevábamos los teléfonos y la dirección de una familia en Ciudadela que disponía de su casa en el casco antiguo de la ciudad y que querían alquilarla todo el verano. Al día siguiente nos desplazamos desde el hotel en Mahón hasta ciudadela para mirar la casa y otra pequeña muy cerca, y que también nos la mostrarían. Era la casa destinada a nuestros amigos de Barcelona. Al llegar, contactamos con esta pareja de menorquines y al conocer las casas, cerramos trato pues era realmente lo que buscábamos por precio, tamaño y proximidad con el centro, por donde se moverían nuestros hijos y sus amigos, adolescentes todos. Volvimos encantados, con el recorrido que realizamos por la isla, con la ciudad de ciudadela y con mahon y las playas cercanas. Las casas eran estupendas y reunían las condiciones que buscábamos.

De regreso a barcelona, planificamos con nuestros amigos, cómo serían los desplazamientos a comienzos de agosto.  Nuestra llegada a barcelona en coche, con paula, nuestra hija, con su amiga sonia, mario, yo y recogeríamos a andrés , amigo de antonio y cogeríamos todos el barco por la noche, para llegar al día siguiente a mahon y nos desplazaríamos esa misma mañana a habitar nuestra nueva casa el día 2 de agosto Nuestros amigos viajarían después. Paula estaba cursando cou en estados unidos y regresaba a mediados de junio. La abuela emilia llegaba de argentina el dos de agosto, antonio la buscaría en el aeropuerto y viajarían juntos  a menorca, en avión , al día siguiente.Nosotros, mario y yo nos desplazábamos en coche a mahon a buscarlos en l aeropuerto y esa misma noche se conseguía la reunificación familiar con gran cena y todos los comensales.Paula; sonia, andrés, antonio, emilia, mario y yo. Hasta este momento todo estuvo organizado y funcionó a las mil maravillas instalarnos en la casa fue muy fácil porque en las tres plantas con terraza que tenía el departamento las habitaciones cumplieron con creces el objetivo de albergarnos con toda comodidad. Las arquitecturas árabes de estas casas mediterráneas ya las conocíamos porque habíamos alquilado lugares similares en otros parajes y pueblos mediterráneos.




Llegamos con nuestra rural renault 12 break "langosta verde " cargada con las maletas de los jóvenes, paula y sonia, que se reencontraban después de un año.  Paula concluía su año estrella en Poulsbo, al norte de Los Estados Unidos, estado de Aashintong, cerca de Seattle y no se veïan con Sonia desde entonces. Su gran amiga con la que compartió veranos y toda su escuela primaria.. Muchas cosas para contarse. La isla ofrecía todos los atractivos apetecibles para el verano-. Antonio y su amigo Andrés se instalaron en un cuarto junto a uno de los baños, en el segundo piso, escuchaban música hasta altas horas de la noche. Trajimos las dos bicicletas de paseo en el portaequipajes del coche, además de todos los implementos de playa. Flotadores, sillas reposeras, juegos de mesa para antonio y andrés, que estaban en la edad justa para entretenerse con largas partidas de ajedrez en la playa. La abuela ocupó rápidamente la habitación junto a la entrada, con lo que tenía garantizado el control de las llegadas y salidas de todos. Más de una vez recibió con café , en la cocina, a las chicas que llegaban de la discoteca por la mañana, con las famosas cocas; bollos, churros y panes recién horneados. Mario y yo ocupamos la habitación principal en el primer piso con un gran cuarto de baño, contiguo. Sonia y paula ocuparon una luminosa  sala con salida a la terraza, tenían colchones y sábanas suficientes, esto posibilitó albergar a la hermana de sonia que llegó sorpresivamente de visita y a una amiga que tampoco esperábamos pero que albergamos con mucho entusiasmo. Pasados unos días, también llegó un amigo y compañero de paula que compartió curso en usa con ella. Así la casa albergó generosamente 10 y hasta once personas. Que mario y yo alimentamos durante el tiempo que duraron las vacaciones. Desayunos, y cenas que muchos días eran barbacoas que compartíamos con otros amigos que se agregaban a la mesa en esas noches maravillosas del mediterráneo. Agasajábamos también a la abuela emilia, que tenía el entusiasmo de viajar desde argentina para compartir nuestras ansiadas vacaciones de verano. Este encuentro  era especial porque la abuela tenía mucho  interés de que paula contara su experiencia de un año en usa,el primer viaje largo y por mucho tiempo sin sus padres, sin su familia, compartiendo con familias americana a los 17 años, toda una aventura que la abuela no quería perderse y que se preocupó  de alentarla para que contara la experiencia con lujo de detalles. Los festejos por la noche eran una fiesta. Nos encargábamos de que comieran bien antes de salir a tomar sus copas por la noche y después de las 12, a esta hora, los adultos caminábamos hasta los  bares junto a la playa a tomarnos un helado y así acompañar a los jóvenes unas horas más. 








VISITAMOS ANTES DE PARTIR DE REGRESO,
LAS NAVETAS DE RAFAL RUBÍ, CONSTRUCCIONES FUNERARIAS
QUE DATAN DE ÉPOCAS REMOTAS,
 ENTRE LA EDAD DEL BRONCE MEDIO O FINAL
Y SON EXCLUSIVAS DE LA ISLA DE MENORCA.
SON LAS CULTURAS PRETALAYÓTICAS Y TALAYÓTICA
REALMENTE NOS SORPRENDIERON
LOS ENORMES BLOQUES DE PIEDRA
ENCARAMADOS EN ESOS GIGANTESCOS PRISMAS PÉTREOS
 

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