fue una figura clave del posmodernismo internacional, creador de un lenguaje arquitectónico que fusionó elementos clásicos con una mirada contemporánea, al frente del Taller de Arquitectura (RBTA), colectivo fundado en los años sesenta que proponía una práctica colaborativa y transdisciplinar donde convergían arte, ingeniería, urbanismo y pensamiento social; su obra abarcó desde proyectos de vivienda visionarios hasta planes urbanos a gran escala, siempre con una preocupación constante por integrar la forma, la tecnología y las ciencias humanas, como se aprecia en piezas emblemáticas como La Muralla Roja, que reinterpreta la geometría árabe-andalusí mediante el color y la fragmentación visual, o Walden 7, complejo de viviendas modulares concebido como una utopía habitacional en vertical, influida por las comunas experimentales y la crítica al funcionalismo moderno; uno de sus ejemplos más célebres es Espaces d’Abraxas, en las afueras de París, donde Bofill recupera el sentido monumental de la vivienda social con una estética teatral y una escala casi cinematográfica, mientras que La Fábrica, su residencia y sede del RBTA, representa un manifiesto arquitectónico en sí misma: transformar una cementera en desuso en un palacio industrial habitable, símbolo de reciclaje poético y renovación conceptual; su legado incluye además el rediseño parcial de la Barcelona olímpica y el planeamiento urbano de Montpellier, donde dejó una impronta clara de su ideal: que la arquitectura no solo construye espacios, sino también formas de vida, narrativas culturales y memorias colectivas.
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