Constantin Brancusi fue un escultor, pintor y fotógrafo rumano cuya obra redefinió la estética escultórica del siglo XX. Nació en 1876 en Peștișani, Gorj, en el seno de una numerosa familia campesina, y desde temprana edad trabajó como pastor. Su inclinación artística lo llevó a estudiar escultura en la Academia de Bucarest, para luego perfeccionar su técnica en Viena y Múnich, antes de establecerse definitivamente en París en 1904. La evolución de su trabajo lo distanció de la escultura tradicional, orientándose hacia la simplificación de las formas y la búsqueda de la esencia de los objetos y seres que representaba. Inspirado por la naturaleza y las culturas primigenias, su estilo se caracterizó por superficies pulidas, volúmenes geométricos y una espiritualidad latente en cada obra. Creaciones icónicas como "La columna sin fin", "El beso" y "Pájaro en el espacio" evidencian su exploración de la pureza formal y su rechazo al detallismo académico. Brancusi también incursionó en la fotografía, registrando meticulosamente sus esculturas en distintos ángulos y juegos de luz, reafirmando su visión del arte como una experiencia sensorial total. Su legado artístico se encuentra en importantes museos de Francia, Estados Unidos, Rumanía y Australia, donde su influencia sigue vigente en el arte contemporáneo. Falleció en París en 1957, dejando una obra que transformó para siempre el concepto de la escultura moderna.