martes, 14 de octubre de 2025

LA NOVELA ROMÁNTICA HISPANOAMERICANA POR EXCELENCIA

 

Fue en una clase de Literatura. Cursaba yo tercero de Bachillerato. Me había cambiado de horario en el colegio; hice los dos primeros años por la tarde, porque todavía quedaba una de mis hermanas cursando el Bachillerato; las otras habían pasado ya a la universidad. Cuando emprendí mi andadura en solitario, decidí cambiar mi horario vespertino por el diurno. Estaba yo comenzando un proceso de reflexión personal. Hasta entonces, mis hermanos acompañaban mis pasos, al ser yo la menor, y al estar mi madre pasando por una larga enfermedad, con procesos de internación y ausencia que influyeron poderosamente en mi carácter y, sobre todo, en mi estado de ánimo: voluble, sombrío y hasta un tanto taciturno. Me preguntaba por qué era justamente mi madre, mi muy amada madre, la que tenía que sufrir esto, y por qué yo, su hija pequeña, debía enfrentarme a tanta soledad. No obstante, traté de compatibilizar mi desgano y mi tristeza con mis estudios. Me aboqué a mis asignaturas específicas de Magisterio y a Literatura, que me hicieron más llevadero el compartirlas con Matemáticas, Física o Química, que nunca fueron mi fuerte en el Bachillerato. Uno de esos días, donde mi humor resbalaba hacia la idea de la soledad que me invadiría cuando mi madre no estuviera para mostrarme su sonrisa, entró la profesora de Literatura y nos hizo sacar folios. Nos pidió que analizáramos el libro que nos había mandado leer. Fue sorpresivo, y me sacó de mi abismo. Desplegué mis hojas dispuesta a volcar toda mi tristeza en estas páginas que, por cincuenta minutos, fueron para mí una buena terapia. El libro en cuestión era María, de Jorge Isaacs. Escribí con vehemencia, terminé unos minutos antes de que sonara la campana y salí más relajada al recreo. Este momento lo he recordado una y otra vez, porque creo que fue un punto de inflexión para recapitular sobre cuáles serían mis asideros cuando mi madre ya no estuviera a mi lado, y sin duda me ayudaron a decantarme por la literatura y el arte, que luego abracé como mis compañeros de viaje. El resultado del examen fue un diez, y el elogio elegante y sutil de mi profesora de Literatura, ante la mirada sorprendida de algunas compañeras más aventajadas que yo en las calificaciones generales. María, la novela romántica hispanoamericana por excelencia del siglo XIX. En ella se encuentran plasmados, con gran sensibilidad, el lirismo de la naturaleza y de la vida, como en ningún otro lugar, los sentires desbordados del romanticismo literario de la época. Obra única de Jorge Isaacs: sentimientos encontrados y fugaces, distancias y nostalgias. Una novela donde el autor narra, en tono elegíaco, la historia de amor trágico de María y su primo Efraín, con el telón de fondo de la hacienda El Paraíso, rodeada del imponente y salvaje paisaje del Valle del Cauca, donde planea la influencia de contemporáneos como Chateaubriand y Edgar Allan Poe, en pasajes donde se siente que la existencia pesa y, subliminalmente, se deja ver el sentimiento del autor. Jorge Ricardo Isaacs Ferrer fue un novelista, escritor, poeta y político colombiano del género romántico. Su única novela es la más notable de su género en español. Jorge Isaacs nació en Cali, Colombia, donde la naturaleza es una gran protagonista.

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