martes, 12 de diciembre de 2023

El naturalismo del siglo XIX, especialmente en el ámbito literario, fue un movimiento artístico que se desarrolló como una extensión del realismo. Ambos movimientos compartían la idea de representar la realidad de manera objetiva, pero el naturalismo llevaba este enfoque un paso más allá al hacer hincapié en la influencia determinante del entorno y de los factores biológicos en el comportamiento humano.

 






















En cuanto a Carl von Linné (también conocido como Carlos Linneo), fue un destacado científico, naturalista, botánico y zoólogo sueco que vivió en el siglo XVIII. Nació en 1707 en Upsala, Suecia, y falleció en 1778. Linneo es famoso por su contribución a la clasificación de los seres vivos mediante la creación de la taxonomía moderna. Desarrolló un sistema de nomenclatura binomial, donde cada especie se identifica por dos nombres, el género y la especie, lo que facilita la comunicación y comprensión universal en la biología.

La anécdota sobre Jacques Rousseau y Linneo destaca el reconocimiento de Rousseau hacia Linneo como una figura excepcional. Al parecer, Rousseau le envió un mensaje expresando que no conocía a un hombre más grande en la tierra, lo que resalta la admiración que tenía por Linneo y sus contribuciones científicas. La cita de Johann Wolfgang von Goethe, el escritor alemán, elogia a Linneo al afirmar que, con excepción de Shakespeare y Spinoza, no conocía a nadie entre los contemporáneos que le hubiera influido más intensamente. Esto subraya la importancia de Linneo en el ámbito científico y su impacto duradero en la mente de figuras destacadas de su tiempo.

En resumen, el naturalismo literario del siglo XIX y las contribuciones científicas de Carl von Linné son aspectos distintivos de esa época, cada uno en su propio ámbito, pero ambos reflejando un interés compartido en comprender y representar la realidad de manera objetiva.

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