Agudicé el oído
para escuchar el ECO
sólo el rugido del viento
dentro de la CUEVA
volví a intentarlo
y percibí maullidos
pero el ECO de esa voz
esa VOZ que percibo entre las sombras
cuando camino sin sentido
esa VOZ
se desvanece
cuando presto atención
y me afano en escucharla
pero está ahí
una y otra vez
marcando el infinito
ese INFINITO donde terminan
todos los ECOS y las VOCES y las CUEVAS
y se empieza a contar
de atrás para adelante
se cuentan los días a lo ancho
sin horas
como planos
como lienzos
como luces que nunca se diluyen
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