martes, 9 de junio de 2020

LA BODA EN GOTEMBURGO


Vivíamos en san mateo, Antonio hacía poco tiempo que trasladó su residencia  a madrid desde holanda donde cursó  estudios  en las  facultades de arquitectura  de Eindhoven  y Delft. Vino a vivir a san mateo y comenzó a pintar con una vehemencia lógica después de tantas exigencias académicas. Teníamos la casa llena de cuadros enormes arenas y pinturas , además de los elementos que fijaba a los cuadros, una pintura matérica y simbólica donde los residuos emocionales de su vida anterior,  de esa  primera juventud vivida intensamente en madrid,  fueron incrustados en las obras como testigos significantes  de aquélla vida precursora  de esta nueva etapa que abría. Paula vivía en gotemburgo con su nueva pareja, fredrik, un arquitecto profesor de proyectos en la escuela de arquitectura de chalmers donde paula cursaba su última etapa académica de la carrera de arquitectura. Los habíamos visitado en semana santa donde  nos comunicaron que seríamos abuelos en octubre, y nos anticiparon la intención de formalizar la boda pero que no sabían cuando.

Una mañana, recibimos una carta  certificada y entregada en mano por el cartero con la invitación a la boda de ambos, el día 9 de agosto del mismo año, 2003. Simultáneamente recibimos una llamada telefónica donde nos informaban de la boda y ratificaron  que serían papás en el mes de octubre de ese año pues el ginecólogo la había encontrado muy bien a ella y al bebé. Saltábamos de alegría y no parábamos de reírnos con las bromas que fredrik  hacía explicandonos como habían  planificando  cada detalle de esta  boda . La  habían planeado e imaginado con  paula durante los dos meses anteriores sin habernos comunicado la decisión hasta tener la certeza de que todos los invitados habían contestado dando el sí a  tan trascendental  convocatoria. A partir de ese momento empezamos con los preparativos. Iríamos en coche,  toda europa  para cruzar con el  citroen saxo alias monino. Antonio, que trabajaba en el estudio llegaría en avión sobre la fecha del festejo. La boda  convocaba a toda la familia de fredrik que estaban esparcidos por el mundo, en principio sus hijos, sofía, que vivía junto a su madre en copenhague mats otro de los hijos de fredrik, llegaría desde trondheim  donde también vivía con su madre  .el hermano   mayor de fredrik  que trabajaba en china,  y su mujer, su otro hermano y su esposa  que vivía en oslo, su hermana junto a su marido que llegarían  desde oslo y jan, padre de fredrik que vendría en coche desde horten donde residía en la casa familiar de fredrik. También fueron convocados nils y su compañera, ambos llegarían desde estocolmo donde trabajaban como arquitectos y habían compartido trabajo docente en charmers con fredrik además de compartir durante un tiempo aquél amplio y luminoso departamento  en el pintoresco barrio de majorna  en esta querida ciudad de gotemburgo donde se celebraría la boda.

También estaban  invitados varios colegas de fredrik,  héctor con su mujer que llegaban desde madrid, ralf, que llegaba desde alemania y otro de los colegas que trabajaba en chalmers pero que estaba dando clases en helsinki  pero que también había confirmado su presencia. Nosotros tres, mario antonio y yo  confirmamos asistencia  y les comunicamos la intención de colaborar activamente con los preparativos del banquete  y apoyarlos a los dos en la elección de vajillas, flores y vestuarios. Llegaríamos con la antelación suficiente como para hacer compras, e idear los menús. También les hicimos saber que llevaríamos desde francia, en el baúl del coche tantas botellas de champagne   y vinos como  el maletero lo permitiera. Y así fue como emprendimos con mario aquél viaje a través de los pirineos, los alpes y los cárpatos para participar con un entusiasmo renovado de la boda de nuestra hija mayor, la boda de paula y fredrik 

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