viernes, 12 de diciembre de 2025

PON UNA YUCA EN TU VIDA






María Emilia me regaló una yuca en una gran maceta de barro cuando nos casamos y nos fuimos a vivir a la calle Pueyrredón. Paula estaba recién en gestación. Esa yuca fue un símbolo de fuerza y nos acompañó como un referente atemporal en nuestro recorrido vital. Las dos grandes yucas que crecen salvajes en Cobelo vienen desde “Ronda”, cuando estábamos cerrando nuestra vida en Madrid y abriendo puentes hacia Málaga y Galicia. Siempre serán un símbolo de resistencia. Las que brotan en los jardines de Cobelo fueron trasplantadas por Paula y por mí, desde Negradas a “Cobelito”.