Úbeda es conocida por su arquitectura renacentista. La Plaza Vázquez de Molina concentra los principales edificios históricos, como la Sacra Capilla del Salvador y el Palacio de las Cadenas. Las calles de la ciudad permiten recorrer una parte significativa de su patrimonio, mientras los olivares que la rodean subrayan su importancia en la producción de aceite de oliva.
Jaén alberga una de las catedrales más representativas del Renacimiento español. Desde el Castillo de Santa Catalina se observan extensos olivares que dominan el paisaje de la región. Los Baños Árabes, en el Palacio de Villardompardo, son un testimonio de la herencia andalusí y ofrecen una experiencia cultural ligada a la historia de la ciudad.
Baeza es un ejemplo de ciudad histórica bien conservada. Su catedral, ubicada en la Plaza de Santa María, es uno de los edificios más destacados. El mirador cercano ofrece vistas del Valle del Guadalquivir, y recorrer sus calles permite apreciar la arquitectura renacentista que caracteriza el centro de la ciudad.
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